En la edad escolar, dormir las horas necesarias y tener un sueño de calidad es un aspecto crucial para el crecimiento y desarrollo de los niños.
En función de la edad del niño variarán las horas de sueño recomendadas. Cuanto más pequeños más tiempo requieren para dormir. Así tenemos que:
Existen una serie de elementos que inciden en un mal descanso para los niños. Entre ellos podemos encontrar la televisión, los videojuegos y el ordenador. La luz de éstos, tal y como comentábamos en artículos anteriores, ayuda a alterar nuestro ritmo circadiano.
También encontramos ciertos alimentos que no deben consumirse en la cena, ya que pueden afectar al sueño, como por ejemplo : té, café, bebidas estimulantes, los chocolates, azúcar en forma desmedida, algunas frutas y las frituras.
Por el contrario, existen alimentos que benefician un buen descanso y estado de ánimo, como el jamón, las carnes de aves, el pescado, la leche y sus derivados, el arroz, las pastas, verduras y hortalizas, entre otros.
Por norma general, los hábitos saludables de sueño en niños son los mismos que en adultos:
Con el fin de mejorar el descanso es necesario que para dormir, el niño tenga en su habitación una luz tenue que logre disminuir su ritmo de actividad física y mental. Los más pequeños pueden escuchar un cuento de sus padres.
Procurar un buen descanso a los más pequeños es muy importante. Un mal descanso puede significar no sólo el cansancio e irritabilidad del niño durante el día, sino también problemas de salud física y psicológica, mal rendimiento escolar, trastornos en su desarrollo emocional y social, entre otros.
Por último, tras seguir hábitos de sueño recomendables y para verificar que el niño está teniendo un buen descanso, es importante observar que éste amanece con buen estado de ánimo y sin sueño.